“…TU FE
TE HA SANADO” (Lucas
17:19 NVI)
Estamos tan sumidos en lo que vemos, sentimos y oímos, que
actuamos basados en nuestros sentidos naturales, en lugar de los espirituales.“…Sois guardados por el poder de
Dios, mediante la fe…” (1
Pedro 1:5). Tu “fe” es lo que activa el poder de Dios.
Antes de que una piedra se convierta en un diamante, no es más que carbono
soportando millones de kilos de presión. La Biblia dice: “Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica…” (1
Pedro 1:7 Nueva Traducción Viviente). Las tribulaciones no sólo desafían la
fe, sino que también revelan la profundidad de la misma. No necesitas tener
mucha fe cuando tus facturas están pagadas, estás sano, tus hijos se comportan
bien y tu matrimonio está intacto. Pero cuando todo lo que te rodea se viene
abajo y en medio de ello confías en que Dios te sacará de esa prueba, entonces
sabes que tienes fe.
A veces creemos que nuestra vida espiritual es mejor de lo que es
y pensamos que estamos libres del ataque del enemigo. No obstante, éste no ha
cesado su ataque, sino que en lugar de hacerlo en el ámbito natural, ahora lo
hace en el espiritual, teniendo como blanco tu mente, tu descanso, tu paz
interior, tus emociones y tus pensamientos. ¿Cómo puedes hacerle frente? Levanta el escudo de la fe para
detener sus dardos de fuego. Toma la espada del Espíritu, que es la Palabra de
Dios, y úsala para hacerle retroceder (véase Efesios
6:17). Activa tu fe, dile al enemigo, “¡Basta!” y empieza a recuperar lo que te ha
robado.
Tomado de devocionales cristianos
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